Críticos
resumen
Cualesquiera que sean el formato, la técnica o el motivo, Bénédicte POUSSIN-JULIEN personifica al artista en su aspecto más puro y creativo ya que sabe componer a su manera lo que siempre representa un acontecimiento: crear una obra en general y una pintura en particular.
Bénédicte POUSSIN-JULIEN, con su amplia pincelada fluida pero totalmente musculosa cuando así lo decide, con una gama de colores perfectamente adaptados, sabe hacer brotar la fuerza decisiva de una composición, tanto más afirmada cuanto que asocia la belleza o el furor de los elementos al auge límpido de la naturaleza.
De este modo compone sus obras según su sensibilidad, privilegiando siempre la sutileza del análisis de un instante fugitivo, captando la seducción del mismo y adiestrando al mismo tiempo el equilibrio.
Ciudades, espacios, marinas, composiciones florales y una naturaleza omnipresente... Una artista que sabe transmitir el silencio, que pone a flor de lienzo sentidos inhabituales puesto que su domino de la armonía anihila cualquier tipo de confusión para expresar únicamente el resplandor audaz y sobrecogedor de una creadora poética y con talento.
André Ruellan, 2006
El acto de pintar requiere una dedicación total de sí mismo, permite descubrir a vista y ciencia de todos la verdadera personalidad del artista, sus cualidades, sus efectos, sus más reconditas malicias que afloran en cada una de sus obras incluso en la más secreta.
La pintura de Bénédicte Poussin no deja sitio a los pretextos falsos : es el reflejo de una pintora cumplida cuyos lienzos y cuyas acuarelas evidencian un acuerdo privilegiado con la naturaleza. Es precisamente este acuerdo el que testimonia el carácter decidido y caluroso de la mujer cuya febrilidad logra sacar en plan de vencedora recursos inéditos y eficaces.
Bénédicte Poussin nacióen Ruán en 1963 y
decidió establecerse allí tras haberse apasionado tanto
por la pintura (gracias a la escuela regional de Belles Artes) como por
el teatro (lo cursó en el Conservatorio Nacional de Región).
Desde entonces, no para hasta que toma parte en numerosas exposiciones
de la región normanda a la par que ingenia exposiciones personales
convincentes en las que trasluce su aventura pictural a merced de las
orillas, de las ciudades y de las flores.
Huelga decir que tales motivos son muy preciosos para esta artista que es sensible a la atmósfera, a los ambientes que estimulan lo mejor de su sensibilidad.
Con una pincelada viva de transparencias finas en una gama de colores no obstante firme, Bénédicte Poussin revela las fluideces luminosas del cielo y de las aguas así como la sutil hondura de horizontes de riquezas insospechadas antes de que su pincel las destile.
En lo tocante a sus composiciones florales, la artista insufla en ellas
una materia voluntaria con un verdadero brìo pictural.
Gracias a efectos amplios y muy personales se reúnen en estas obras
magia y seducción y surgen en ellas audacias sin duda alguna bien
dominadas.
André RUELLAN, Art critic, 2002.